Obligaciones del poeta

Que nunca te dé por sentirte

intelectual privilegiado cabeza de libro serrucho de conversaciones

mustio pensador adolorido.

Vos naciste para desgranar estrellas

y descubrir la risa de la muchedumbre entre los árboles,

naciste blandiendo el futuro…

fuiste engendrado en noches de luna

cuando aullaban lobos y corrían enloquecidas las luciérnagas,

tenían los ojos abiertos desde que asomaste al mundo la cabeza

y tu piel era más tierna y delgada

que la de las gentes nacidas a ojos cerrados,

fuiste privilegiado para el dolor y la alegría,

hijo del mar y la tormenta,

hecho para buscar tesoros en pantanos y desiertos.

Tu legado fue el desmedido amor,

la confianza, la ingenuidad…

                                 

– Gioconda Belli –