La Estación Central de Belgrado se ha convertido en el refugio invernal de miles de jóvenes refugiados en Serbia. La mayoría afganos, casi todos procedentes de Bulgaria, de donde cuentan se les ha hecho pasar un auténtico infierno (relatan palizas, detenciones ilegales y torturas policiales), se ha convertido en el lugar de paso y refugio donde pasar unos meses hasta poder cruzar la siguiente frontera, Hungría.
En este momento, alrededor de mil jóvenes, muchos de ellos menores de edad, sobreviven a duras penas al frío, al hambre y al cansancio en los barracones de la antigua Estación Central de Belgrado. La comida diaria que les proporcionan los voluntarios españoles de la No-Name Kitchen constituye el momento de asueto del día, un rato de encuentro y, en ocasiones, de juego. No en vano muchos de ellos son niños.
Hemos estado en este lugar y hemos hablado con muchos de estos chicos. La mayoría de vosotros sabéis que el proyecto Invisibles lleva ya un tiempo de andadura… bien, pues nunca hasta ahora Photogeografías había sido testigo de relatos como éstos; historias de niños que viajan solos porque sus padres han muerto y que han recibido palizas policiales, o que han sido despojados de su ropa y obligados a cruzar a nado un río en pleno invierno, o forzados a permanecer en cuclillas en la nieve casi desnudos hasta desmayarse, y entonces depertados a patadas; o perseguidos por los bosques por perros de la policía…
Europa… No te da vergÜEnza?