Si te gusta hacer fotos de gente practicando deportes u objetos en movimiento, necesitas controlar unas cuantas cosas a la hora de tomar la foto. La velocidad de obturación es el tiempo que el obturador permanece abierto para que entre la luz, y de ello va a depender la sensación de movimiento que obtengamos en la fotografía. Lo primero que debes saber es que existen diferentes maneras de jugar con el movimiento y puedes obtener resultados sorprendentes en función de la técnica que utilices.
1.- Congelar la imagen. Consiste en detener el movimiento en la foto, y se consigue con una velocidad de obturación rápida (a partir de 1/250). Es lo que hacen por defecto todas las cámaras compactas que no tienen opción manual, es decir, aquellas en las cuales no puedes cambiar la velocidad de obturación.
2.- Objetos movidos. Si fijamos una velocidad de obturación lenta (por debajo de 1/60) y disparamos ante objetos en movimiento, el obturador permanecerá abierto el tiempo suficiente para que el objeto se desplace por delante de la cámara dejando constancia de ese movimiento, de modo que la imagen final mostrará el objeto movido y el halo de ese movimiento. En fotografías de ríos y cascadas, por ejemplo, el agua se difumina; si son coches, veremos el vehículo borroso y la dirección de su movimiento. En estas tomas es necesario usar trípode para que no se mueva la cámara, o buscar un sustituto ingenioso para el trípode (un muro u objeto estable, por ejemplo).
3.- Movimientos de cámara. Esta técnica es ingeniosa y divertida, y a menudo se consiguen resultados muy creativos. Con una velocidad de obturación bastante lenta (por debajo de 1/30), iniciar un movimiento de cámara (circular, rectilíneo, aleatorio…) y entonces pulsar el disparador. Se obtiene una imagen final en la mayoría de los casos abstracta, colorista y muy original.
4.- Barridos. Esta es la técnica más difícil. Consiste en colocar una velocidad lenta y seguir el movimiento del objeto con la cámara. La imagen final mostrará al objeto congelado pero el fondo difuminado y totalmente movido.
Estas técnicas (2, 3 y 4), que requieren una velocidad de obturación lenta, nos exigirán que midamos muy bien la luz para fijar la apertura de diafragma adecuada.
Practicar la fotografía de movimiento no debe quedar sólo para los deportes, estas técnicas pueden perfectamente llevarse a cabo en un parque, una feria, una ciudad de noche… te sorprenderán los resultados!